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Los referentes no se olvidan…

Hace un tiempo, Gabriel Batistuta, para muchos el último gran 9 del fútbol mundial, entró al camarín de la selección argentina de fútbol porque quería saludar a los jugadores, cuál fue el resultado? “Entré al vestuario y una mitad me saludó y la otra no me dio pelota”…

Batistuta, hace unos pocos años era con 54 goles el mayor anotador de Argentina a nivel de selección (superado en la actualidad sólo por Messi), ídolo máximo de la Fiorentina, goleador de todas las ligas en que jugó, elegido por la FIFA como uno de los 100 mejores jugadores de la historia, entre otro sinfín de logros individuales… La persona que les describo, entró al camarín de la selección que representó en casi 80 ocasiones y: “La mitad no me dio pelota”… Si bien, el Bati, no esperaba reverencias o gestos de pleitesía, hay un estándar mínimo de respeto esperable ante la presencia de alguien que puso en un lugar muy alto la camiseta del Club o, en este caso, de la Selección… Esperando que lo vivido por el crack argentino sea un hecho lejano a nuestro deporte, permítanme darles una apreciación muy personal y que puede perfectamente ser o no compartida por ustedes.

Los referentes no se olvidan, hay algunos nombres en nuestra historia como personas y jugadores que aportaron tanto a nuestro desarrollo que incluso algunas de sus palabras, ejemplos o enseñanzas nunca han dejado de resonar en nuestras cabezas.


Patricio "Pato "Daroch

“Lo único que pido de ustedes es lo máximo”


palabras de Patricio Daroch antes de entrar a la cancha vs UdeC en Bellavista por allá por 2008. Esa frase no me la olvido más, el Pato nos pidió sólo una cosa; Lo máximo! Cosas como esas hacían que dirigidos por ese hombre, cada jugador de Mineros estuviera dispuesto a dejar el alma en la cancha. No sé que era, pero había algo en Él que hacía que no lo quisieras decepcionar…


“Si le hablan así, no va a querer jugar más y no necesitamos eso, necesitamos a todos”


Corría el año 2001, yo tenía 15 años y un día martes a las 8 de la tarde en Tineo Park estaba jugando mi primer partido de Rugby (vs UDD), entré como Wing, llevaba un poco más de 1 mes entrenando y cometí muchos errores porque no conocía las reglas. Ante eso, mis compañeros me reclamaron en muchas ocasiones. Al ver la situación, el Árbitro del partido tocó el silbato, paró una jugada en desarrollo y dijo aludiendo a los retos en mi contra: “Si le hablan así, no va a querer jugar más y no necesitamos eso, necesitamos a todos”… Pasaron unos 10 años de eso y el referí que me había defendido esa tarde de 2001, se transformó en la persona que me hizo debutar en primera división, hablo de Sebastian Berti.


Yo no me he olvidado de esas experiencias, no me olvido de los nombres de Álvaro Quezada, Gonzalo Roca o Esteban Toloza que fueron las primeras personas que me dijeron: Los pases son para atrás, corre derecho, no choques… Etc.




Juan Pablo Beretta , coach UBB/Coipos

Tampoco me olvido de Pedro Cáceres, Mario Contreras o Juan Pablo Beretta, mis primeros entrenadores en Coipitos.

Y así como yo no he olvidado, seguro tampoco tú lo has hecho, porque todos tenemos algo que contar y cada uno de nosotros tuvo la influencia de alguien que te hizo ser mejor, que te permitió aprender o que te dio enseñanzas que las sacaste de la cancha y las aplicas todos los días en la vida…


Lo más interesante de todo, es que esas personas que recordamos con respeto, hoy tienen herederos. Hay entrenadores que están formando a nuevos jugadores y si en 10 años más se escribe un artículo similar a éste, estoy muy seguro que se hablará de Rafa Ruiz (Y vaya que lo contará La Juve), Rafa Del Río, JP Cofré, Emilio Hormazábal, JP Villa o Renato Loyola y de cómo esas personas lograron poner sus nombres en la pequeña historia que tenemos cada uno de nosotros.


Porque en una cultura donde los homenajes y reconocimientos se hacen después de muertos y la figura del líder es objeto de críticas más que de admiración, el Rugby parece ser un búnker donde se preservan algunas costumbres que parecen añejas y que las nuevas generaciones adoptan sagradamente como una pieza de museo … Una de esas costumbres es el respeto por los que hicieron algo por el deporte, por la selección o por tu Club, incluyendo a aquellos que no mostraron talento en la cancha pero que dejaban el corazón gritando o ponían todo su esfuerzo por tener el mejor choripan para la visita.


La influencia que pueden generar los referentes no se puede reemplazar con los tutoriales de Rugby en YouTube y el legado de los que pasaron antes que nosotros no se puede borrar con el tiempo, porque en nuestro deporte existe una especie de jerarquía tácita que no permite que en el Rugby se repita la triste historia de Gabriel Batistuta.



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